INTRODUCCION
La
homosexualidad fue percibida como una amenaza particular por la sociedad oficial,
derivando en reacciones frecuentemente histéricas, viciadas y violentas. La
homosexualidad fue simultáneamente vista como enteramente en contra de la
naturaleza humana y a la vez tan atractiva que un simple maestro 'liberal'
podía corromper a toda una escuela. La simple existencia de la homosexualidad
era vista como una afrenta, una amenaza. Por mucho tiempo, los gays y lesbianas
se sentían forzados y eran forzados a mantener su orientación callada, 'en el
clóset', prisioneros de la presión económica y social, leyes represivas, y
frecuentemente de agonía personal y culpa. En las últimas dos décadas esto ha
cambiado, como un poderoso movimiento para la liberación homosexual emergió
para mostrar que su orientación sexual era casi tan 'normal' como la
heterosexualidad. Más allá de su énfasis particular, las organizaciones pro
homosexuales por su naturaleza además lidian con los problemas de cesión del
poder, dar una identidad, fortaleza y un sentido de colectividad a una sección
de la sociedad que fue oprimida y silenciada. Para las lesbianas, está búsqueda
de identidad y poder a menudo significó formar sus propias organizaciones
después de verse a ellas mismas limitadas por las organizaciones gay de dominio
masculino. Juntos con el movimiento de las mujeres, el movimiento lesbiano y
gay ha ayudado a hacer que un mayor grupo de la sociedad entienda que los
problemas personales y sexuales, también son asuntos políticos. Los
homosexuales han mostrado que mientras en un nivel - derechos, empleos, etc. -
la orientación sexual no importa, en otro nivel, la política sexual es
profundamente importante. Ellos importan y ningún movimiento de cambio puede
ignorarlos.
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